domingo, 29 de noviembre de 2015

Vida silvestre, el cuarto negocio ilícito

Después del tráfico de armas, drogas y trata de personas, está la venta ilegal de vida silvestre.

El tráfico de especies, es una de las mayores amenazas para los animales silvestres, con un único fin: Ganancias económicas.

Su comercialización se da para exposiciones, colección, o para ser usados como mascotas exóticas en los circos. Pero el principal objetivo de los traficantes, es la piel, los huesos, colmillos u órganos, ya que son usados para medicina tradicional, vestimenta o simple decoración.

El comercio ilegal produce un enorme impacto en las poblaciones de diferentes especies, muchas de las que se encuentran actualmente al borde de la extinción.

El contrabando de animales es el cuarto crimen organizado internacional en cifras de volumen de negocio. Los criminales, normalmente dentro de redes internacionales organizadas, distribuyen armas, intimidan a las comunidades y sobornan a los gobernantes para conseguir lo que quieren.



TRÁFICO. En los años 2011 y 2012, la matanza de rinocerontes se había incrementado en un 30 por ciento en Sudáfrica. Esta alarmante cifra obligó a los propietarios de los parques a teñir sus cuernos de morado o a difundir que les habían inyectado una sustancia dañina para la salud con el fin de evitar la masacre. En la actualidad se estima que quedan tan solo unos 20 mil ejemplares.

Un kilo de cuerno de rinoceronte alcanza los 60.000 euros en el mercado negro. En Vietnam, se ha difundido el rumor de que cura el cáncer, y también está de moda utilizarlo contra la resaca en las fiestas más exclusivas o para bajar la fiebre.

Del tigre se aprovecha todo, desde su piel hasta prácticamente todas las partes del cuerpo, que son muy apreciadas por la medicina tradicional china. De los 100 mil tigres que había el siglo pasado, sólo quedan 3 mil ejemplares.

Pero la peor parte se la llevan los elefantes, miles de ellos son asesinados sólo por conseguir su marfil. Países como Tailandia que acepta el tráfico encubierto de estos marfiles, o Nigeria y República Demócrata del Congo que permiten los colmillos como trofeo, son las naciones con más comercio ilícito en este continente.

Los canales del comercio tienen fronteras frágiles. Los traficantes usan las mismas vías que los importadores para transportar animales de América Latina a Europa, como los vuelos directos y barcos trasatlánticos.

Se conoció que falsifican certificados, hacen triangulaciones y camuflan la mercancía, la mezclan con cargas o la mandan en cajas con doble fondo. En una misma jaula se pueden encontrar especies con y sin certificados. Se transportan, por ejemplo, serpientes venenosas con tortugas y cuando pasan por la aduana nadie se atreve a verificar su contenido.



SALUD. El tráfico de fauna silvestre puede plantear también riesgos para la salud pública. Hasta el 75 por ciento de las enfermedades humanas como el SARS, la gripe aviar o el virus del Ébola, pueden ser causados por agentes infecciosos que se transmiten de los animales a las personas. El comercio ilícito de animales o sus partes no pasa por controles de salud pública y pone en riesgo de enfermedad a las poblaciones humanas.



CONTRABANDO VÍA WEB. Debido a la gran demanda de venta ilegal, y los controles que impiden la comercialización de especies prohibídas, los delincuentes recurrieron a las redes sociales.

Facebook cuenta con más de 80 grupos de acceso restringido que ofrecen esta prestación de forma anónima.



El tráfico de especies, es una de las mayores amenazas para los animales silvestres, con un único fin: Ganancias económicas.

Su comercialización se da para exposiciones, colección, o para ser usados como mascotas exóticas en los circos. Pero el principal objetivo de los traficantes, es la piel, los huesos, colmillos u órganos, ya que son usados para medicina tradicional, vestimenta o simple decoración.



EN CHINA CONFISCAN 307 KILOS DE MARFIL DE CONTRABANDO.

Además del marfil, también se confiscó 970 de escamas de pangolín, encontrados en un cargamento de pescado congelado junto a la frontera con Vietnam. Estos dos productos de contrabando se escondieron en cajas de pescado congelado y fueron descubiertos al comprobar que algunos de estos envases eran más pesados de lo habitual. El marfil de un elefante adulto suele pesar unos 43 kilos y las escamas de un pangolín hasta 0,5 kilos, por lo que la carga confiscada involucraría la matanza de al menos siete elefantes y unos 2.000 pangolines. La ley china establece penas máximas de 10 años para todo aquel que capture, mate, venda, coma o compre animales en peligro de extinción.



EN SUDÁFRICA SE DECLARA LEGAL LA VENTA DE CUERNOS DE RINOCERONTE. Más de 1.200 rinocerontes murieron abatidos por los furtivos cazadores el año pasado en Sudáfrica.

El juez Francis Legodi, considera probable que la prohibición de la venta haya contribuido a aumentar los niveles de captura ilegal de estos animales, cuyos cuernos se pagan a precios superiores al oro en los mercados asiáticos debido a sus supuestas propiedades curativas y afrodisíacas. El Gobierno sudafricano ha reconocido que estudia abogar por la legalización internacional del cuerno de rinoceronte para satisfacer la demanda y luchar así contra la caza furtiva y el tráfico de este producto.





El pangolín, es el mamífero que más se comercializa de forma ilegal en el mundo, cerca de 100 mil pangolines al año son capturados y enviados a China y Vietnam.

En esos países su carne es muy requerida y creen que sus escamas tienen propiedades medicinales mágicas. Ya no quedan ejemplares en el sudeste asiático, y ahora se están reduciendo las poblaciones de este mamífero en África.

Todas las ocho especies de pangolines están al borde de la extinción.



7.500 millones de dólares al año es lo que genera el tráfico ilícito de especies protegidas, según la ONU.

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