viernes, 27 de noviembre de 2015

¿Por qué la COP21 importa al mundo?

Pese al riesgo y a las amenazas, los presidentes afirman su compromiso para asistir a París.

Este 30 de noviembre comenzará en París el encuentro más importante sobre cambio climático de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (Cmnucc), la Conferencia de las Partes en su 21va versión (COP 21), que debería poner fin el 11 de diciembre a un largo proceso de negociación en el que los países acordaron iniciar la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y otras medidas de lucha contra el cambio climático.

En la reunión estarán representadas 196 naciones, y se espera que varios presidentes se hagan presentes para dar discursos en la inauguración acerca de la importancia de este evento. Entre esos presidentes estará Evo Morales.

Luego los mandatarios volverán a sus países, y quedarán en el centro de exposiciones de “Le Bourget” los equipos de negociadores (en el caso de Bolivia encabezado por el ministro de Planificación, René Orellana) que tienen que lograr, en dos semanas, darle un mensaje positivo al mundo acerca de la voluntad de quienes están sentados alrededor de las mesas de discusión: trabajar juntos para dar solución a un problema que le afecta a todo el planeta y, sobre todo, a los más pobres.

Hay de todo en los pronósticos de si se logrará o no un acuerdo en esta COP. Hay quienes están seguros que lo que se va a gestar en París no es más que una gran estafa mundial. Hay quienes dicen que lo que emergerá será un acuerdo tibio, pero acuerdo al fin y al cabo. Y por último están los que, siendo menos además, están seguros de que la cumbre será un éxito para la humanidad, los países desarrollados reconocerán a los países en desarrollo su derecho a crecer, los ayudarán financieramente a hacerlo de una forma que no perjudique más la salud de la Tierra y además admitirán su responsabilidad en por qué el planeta se encuentra en la situación actual de sobrecalentamiento y contaminación extrema.

Es difícil saber lo que pasará, pero para hacerse una idea de lo que está en juego, es necesario analizar los puntos clave que van a ser tocados en esta reunión que llega con un texto borrador de más de 50 páginas.



1. MITIGACIÓN. La mitigación del cambio climático es la reducción de los gases que produce el efecto invernadero. América Latina en conjunto contribuye sólo 9,6 por ciento al calentamiento global, siendo los sectores más emisores el cambio de uso del suelo (principalmente la deforestación) y la agricultura, que representan alrededor del 65% de las emisiones. Esto demuestra lo necesario que es proteger a los bosques y promover una agricultura sostenible. Bolivia tiene el índice de deforestación per cápita más alto de la región.

Durante los últimos meses, los Estados han presentado sus contribuciones de reducción (INDC), donde detallan cuánto van a reducir sus emisiones, en qué año y en base a qué año. El secretariado de la Cmnucc presentó un informe de agregación de estas contribuciones, concluyendo que conducen a un aumento de la temperatura de 2,7°C, por encima de lo considerado seguro para el planeta. En la cumbre de Copenhague se aprobó que 2°C de aumento de temperatura era el máximo para la preservación de los ecosistemas y evitar grandes riesgos.

Aún así, la mayoría de países en desarrollo pide una meta más ambiciosa, de 1,5°C de aumento máximo, ya que su modo de vida y ecosistemas ya se ven amenazados. Además, el objetivo a largo plazo también se podría definir con propuestas más concretas, como la tendencia a un mundo 100% con energías renovables en 2050, y emisiones cero en 2100.



2. ADAPTACIÓN. Es importante reducir emisiones rápidamente, pero también pensar mecanismos para adaptarse y protegerse de las consecuencias del cambio climático que ya impactan a los países de Latinoamérica, como la desglaciación, el aumento del nivel del mar, inundaciones o sequías extremas que causan desertificación. En París va a discutirse cómo cada país va a presentar sus objetivos de adaptación, qué cooperación va a haber en temas de financiamiento y cómo compartir buenas prácticas para mejorar la adaptación, o cómo revisar si se está avanzando hacia una sociedad mejor adaptada y resiliente.



3. PÉRDIDAS Y DAÑOS. Aunque existan esfuerzos de mitigación y adaptación, hay impactos a los que ya no vamos a poder adaptarnos. Es precisamente para este tipo de casos, los que van a suceder debido a la falta de acción, para los que el mecanismo de pérdidas y daños pide que haya un fondo especial, de forma que países extremamente vulnerables puedan recuperarse de los grandes impactos con ayuda internacional. Es un mecanismo bastante controvertido, muy necesario para las naciones en desarrollo, pero no visto con buenos ojos por los países desarrollados, así que será importante su avance en París.



4. FINANCIAMIENTO. Es uno de los temas más complejos de las negociaciones de cambio climático. Los países en desarrollo piden financiación a los desarrollados para poder implementar sus planes de mitigación de emisiones y adaptación al cambio climático. Es una de las formas que tendría el acuerdo de reconocer la llamada responsabilidad común pero diferenciada, donde los países desarrollados tienen una responsabilidad histórica en la generación del cambio climático y, por lo tanto, deben hacer más esfuerzos –en mitigación pero también en financiación y otros aspectos– para solucionarlo.

Para dar soporte a proyectos, programas, políticas y otras actividades en países en desarrollo, a través de diferentes temáticas preestablecidas, se creó el Fondo Verde para el Clima. Las naciones desarrolladas se comprometieron a aportar 100 mil millones de dólares al Fondo Verde para el Clima para el 2020, tanto de fuentes privadas como públicas, pero no queda muy claro aún cómo se va a conseguir este dinero ni cómo va a haber un flujo continuo en el tiempo.



5. DESARROLLO Y TECNOLOGÍA. A nivel mundial la necesidad de una transición energética para frenar el cambio climático es tal, que se necesita una verdadera revolución tecnológica. Es por esto que uno de los temas que se tratarán es el desarrollo de nuevas tecnologías limpias, y sobre todo, que puedan ser compartidas con los países en desarrollo. Se hablan temas como eliminar barreras económicas para la transferencia, cooperar en el desarrollo de la tecnología y asegurarse que ésta sea testeada adecuadamente, antes de enviarla en modo de ayuda a países en desarrollo.



6. FORTALECIMIENTO. La construcción de capacidades dentro del marco de la Cmnucc pretende ayudar a los menos desarrollados a hacer una transición hacia una economía limpia de forma más fácil, a diseñar planes de adaptación y mitigación para sus regiones, facilitar el acceso a la financiación, y fomentar la educación y la conciencia ciudadana.



7. TRANSPARENCIA. Para asegurar que el acuerdo que se consiga en París se cumpla, debe diseñarse un mecanismo robusto de transparencia y revisión del cumplimiento de los objetivos fijados. Por ejemplo, el mecanismo debería demostrar qué cantidad de emisiones ha sido reducida y cómo, o demostrar la eficacia de las acciones de adaptación que han tomado los países.

También serviría para evaluar el grado de ambición que tienen los compromisos de acuerdo con la ciencia para que las partes puedan ver si los esfuerzos tomados van en una buena dirección o, por lo contrario, hace falta mayor ambición (Ya se sabe que sí, sin embargo). Estos mecanismos ayudarán a monitorear la transferencia de tecnología, capacidades y financiamiento hacia los países en desarrollo, y hacer seguimiento de su eficacia en cuanto a la mejor adaptación y mitigación.



8. ACCIÓN PRE-2020. El acuerdo de París debe cerrarse este 2015, pero entrará en vigor en 2020. Esto dejara cinco años sin ningún compromiso ni acción global. Es por eso que se decidió crear el “Workstream 2” (la corriente de trabajo 2) para desarrollar temas de ambición en reducción de emisiones a corto plazo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario