lunes, 9 de noviembre de 2015

La contaminación ya crea “jacuzzis” en el Guadalquivir



Si de turismo se trata, ahora el río Guadalquivir ofrece los “jacuzzis naturales”, donde la espuma que se genera a causa del agua contaminada que desemboca en este afluente, se deja entrever desde la carretera que bordea la rivera en El Temporal.

A unos 300 metros del puente de este lugar, se junta el agua que proviene de las lagunas de oxidación de San Luis, un líquido espumoso de color verde, donde los carcanchos remojan sus patas y su pico a la vez, pues, el agua todavía deja sentir su hedor.
Unos 50 metros más abajo, sale el agua del Matadero Municipal, un líquido de color negro espeso. El olor que desprende también hace pasear a los carcanchos por ese sitio. El graznido de estas aves se entremezcla con el bramido de la maquinaria y volquetas que hacen la extracción de áridos diariamente.
Una mezcla de agua de olores nauseabundos aumenta el caudal del río emblema de Tarija. El cual fue la fuente de inspiración de poetas y cantores, donde sus letras hacen gala del afluente patrimonio de los chapacos.
Lo cierto es que no es una revelación ni se trata de tiempos turbulentos, tampoco de una falsa alarma, el Guadalquivir sufre la contaminación desde su naciente, y las diferentes autoridades de turno, sólo hicieron meras declaraciones sobre sus medidas para salvarlo, pero hasta ahí llegó todo.
Reporteros del periódico El Nacional, fusionado en 2014 con El País para formar El País expansión Nacional, visitaron este lugar hace cuatro años. Hasta el presente hubo cambios, pero no para mejora. El agua del Matadero para ese entonces llegaba hasta el Guadalquivir con un color rojizo, ahora cambió a negra.
La contaminación que se genera en El Temporal hace que en el trayecto del río surjan formaciones de espuma blanca, a manera de una manta burbujeante. Alcanzan hasta los 50 centímetros de alto y zigzaguean sobre el torrente, otras se quedan estancadas en algunas esquinas de las rocas, que hacen que el agua se empoce.
Toman la forma de los afamados jacuzzis, todo espumantes, donde la gente acude para realizarse su hidromasajes para relajarse, el Guadalquivir da esa impresión, pero fruto del agua contaminada.
En el recorrido que realizó el País eN, a lo largo de dos kilómetro por la orilla del río emblema de Tarija, se pudo evidenciar que en todo ese trayecto el fenómeno se mantiene. La espuma con olor a barro está acumulada en pozos, un trecho de agua verdosa, nuevamente otro pozo con más espuma que flota abundante en el lugar.
Pesca
Pero no sólo eso, hay gente que llega hasta estas áreas para dedicarse a la pesca, lo que les genera un ingreso económico. Pues, los peces que sobreviven a la contaminación son comercializados para el consumo humano.
Este medio de comunicación, estuvo presente cuando se desarrollaba esa actividad. Unos tres sujetos realizaron el llamado “secado de vado”, el cual consiste en desviar el cauce normal del agua, con el trancado de piedras, arena y plásticos, en forma de una cerca diagonal, lo que deja sin agua ese brazo del río, y los peces se pueden alzar con la mano. (Ver fotografía)
Ahí, utilizando baldes, éstas personas alzaron los pescaditos y luego se marcharon en una vagoneta. Aunque esta actividad se la realizó a unos 20 metros más arriba de donde se junta el agua que sale del matadero y de las lagunas de oxidación, los obreros que trabajan en la extracción de áridos, indicaron que también lo hacen más abajo, donde el agua aún está más contaminada, y que es frecuente ver a gente que llega en automotores a realizar la pesca.
Unos 50 metros más abajo, una persona de unos 65 cinco años de edad, salió de su huerto con dos baldes de unos 20 litros, para recoger agua del río, con una botella de plástico cortada por la mitad, llenaba los recipientes (ver fotografía).
Cuando los periodistas de este medio le preguntaron para qué era el agua, él respondió que llevaba para regar sus almácigos. Por el lugar también hay vacas, las cuales bajan a la cuenca a tomar el líquido, aunque contaminado, elemento.
Don Julián tiene 67 años, él comentó que siempre se dedicó a la agricultura, y la crianza de vacas, y a su edad aún lo hace. Mientras daba de comer a sus animales, recordaba que el río les ayudaba “bastante” para su actividad agropecuaria, pero en la actualidad ya no es posible.
Comentó que en tiempo de calor, el olor que desprende el agua es insoportable. “Es hediondo, cualquiera se espanta de aquí -dijo-, además los mosquitos hay hartos, ahora nomás no se siente porque está nublado”.
Asimismo, manifestó que ya se cansaron de pedir que se haga algo por el lugar, y para reducir la contaminación. “Tanto que hablan de la planta de tratamiento y nunca se hace nada-dijo Julián-. Dios sabrá si yo llegaré a ver ese proyecto, y así dejemos de sufrir con de estos olores”.
El dueño de la Chancadora, de apellido Castellanos, quien estuvo en la visita de este medio de comunicación hace cuatro años, manifestó que las autoridades “poco” y “nada” hicieron por mejorar o reducir la contaminación del agua que viene de las lagunas y del matadero.
Es la situación que padece el río emblema de Tarija, donde también los residuos sólidos y la contaminación industrial se han convertido en el inexorable cáncer de este afluente. Sin embargo, se ha gastado dinero durante todos esos años para realizar eventos, incluso internacionales, en nombre del Guadalquivir, supuestamente para salvarlo.
¿Qué ha cambiado en este lugar? Lo único notorio es la rotación de distintas autoridades tanto a nivel departamental como municipal. El Programa Guadalquivir planteado para sanear la cuenca de este afluente aún sigue haciéndose esperar, por falta de recursos, lo que incluso llevó a pensar a las autoridades en disminuir la magnitud de los mismos.
Se ha sabido que la Contraloría General del Estado intervendrá en este tema. Se prevé que funcionarios de esta instancia arriben al departamento en esta semana, con el objetivo de tomar muestras de agua del río tarijeño, para posteriormente realizar un análisis en laboratorio y determinar el grado de contaminación.

A vista y paciencia de todos el río se contamina

PESCA

Los individuos realizaron el llamado “secado de vado”, el cual consiste en desviar el cauce normal del agua, con el trancado de piedras, arena y plástico, en forma de una cerca diagonal, lo que deja sin agua ese brazo del río, y los peces se pueden alzar con la mono.

Contaminación

Lugar donde se junta el agua de color verde con espuma que viene de las lagunas de oxidación de San Luis, con el río Guadalquivir, que también sufre de la contaminación industrial y de los residuos.

Merodeadores

El olor que despiden las aguas del matadero y de las lagunas de oxidación hacen que los carcanchos y otras aves ronden por el lugar. Aves que se acercan al nauseabundo hedor y se alimentan de carne en descomposición.

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