lunes, 22 de junio de 2015

Expedición al Parque Nacional Madidi tras nuevas especies



El saltamontes Typophyllum sp es como aquel personaje que busca pasar desapercibido. Con su cuerpo del tono y forma de las hojas frescas, y sus extremidades como ramas pendulares, este insecto vive mimetizado a la naturaleza. En realidad se trata de su estrategia de sobrevivencia en aquella reserva del norte paceño con la mayor biodiversidad mundial, el Parque Nacional Madidi. Este curioso y pequeño saltamontes es un habitante más entre las cerca de 120.000 especies diferentes de insectos del área declarada por la revista National Geographic como uno de los 20 lugares con mayor interés turístico en el ámbito mundial. Y es también una de las especies endémicas en aquella gran despensa en la que se guarda lo imprescindible para la supervivencia. “Las áreas protegidas de Madidi, Pilón Lajas y Apolobamba son vitales para la conservación: protegen las cuencas, mantienen la calidad del agua, preservan los bosques y las poblaciones de numerosas especies”, señala un informe de la organización Wildlife Conservation Society (WCS). Quizá por ello es, según los estudiosos, un terreno inagotable para los hallazgos de carácter biológico.

La superficie de 1.895.740 hectáreas del Madidi, de las cuales 1.291.819 corresponden a la categoría de Parque Nacional y 603.921 a la categoría de Área Natural de Manejo Integrado, ha sido escrutada en numerosas ocasiones. Pero el 5 de junio se dio inicio al proyecto más ambicioso en materia de investigación científica. Bajo el nombre de Identidad Madidi, la expedición encabezada por el doctor en Ecología, el británico Robert Wallace se propone describir especies aún desconocidas y mostrar las maravillas del patrimonio natural que guarda la reserva.

La incursión tendrá una duración de 18 meses, tiempo en el cual un equipo de científicos bolivianos trabajará para ampliar el conocimiento existente sobre las aves, mamíferos, reptiles, anfibios y peces del Madidi, a lo largo de un trayecto altitudinal que descenderá más de 5.000 metros, desde las montañas de los Andes hasta los bosques y praderas tropicales amazónicas del noreste del país.

“Esta nueva investigación nos dará una mejor comprensión de la magnitud de las maravillas naturales del Madidi”, expresó Wallace, director del Programa de Conservación Gran Paisaje Madidi de WCS, institución que asume el reto junto al Ministerio de Medio Ambiente y Agua, el Servicio Nacional de Áreas Protegidas de Bolivia, el Parque Nacional Madidi, el Viceministerio de Ciencia y Tecnología, la Red Boliviana de Biodiversidad, el Instituto de Ecología, el Herbario Nacional de Bolivia, la Colección Boliviana de Fauna, Armonía y el Museo de Historia Natural Alcide d’Orbigny, con el apoyo financiero de la Fundación Gordon y Betty Moore, y WCS.

Los investigadores crearán una base de información para el seguimiento de los efectos del cambio climático. Y también tienen como objetivo concreto incrementar el conocimiento general de la biodiversidad del Madidi mediante el relevamiento de mamíferos, aves, reptiles, anfibios y peces. “Estamos muy emocionados por viajar allí”, dijo días antes de la partida el jefe del grupo, que reúne a 18 científicos bolivianos especialistas en vertebrados (mamíferos, aves, anfibios, reptiles, peces), invertebrados, botánica y geografía, fotógrafos y comunicadores. La expedición se internó en el paisaje silvestre comenzando por la población de Apolo y empezó su andar “armada” de lo último en tecnología para la captura de la flora y fauna con el fin de lograr otro de los objetivos: la publicación de una enciclopedia científica, cultural y visual electrónica de la biodiversidad del norte de La Paz, en castellano e inglés. El encargado de la fotografía es Mileniusz Spanowicz, ciudadano polaco que llegó a Bolivia en 2003 y quien dos años después fue contactado por la WCS para conseguir fotografías de una nueva especie de mono descubierto en el Madidi; fue en ese su primer ingreso a la zona que comenzó su idilio con la naturaleza del lugar. El pasado año presentó una exposición de 56 imágenes denominada “Retratos del Madidi” y manifestó: “Mostrar mi trabajo es la última cosa que se busca con la exposición. La verdadera protagonista es la naturaleza”.

Para Wallace, quien vive en el país desde hace más de dos décadas, la misión de la exploración no se limitará a los objetivos científicos, sino también a los relacionados con la educación en torno a la diversidad del parque en cuestión. “Queremos involucrar a la población a través de las redes sociales; la difusión es tan importante como el estudio biológico”, señala. En el primer día de muestreo se capturó un bagre andino de boca de ventosa, el Astroblepus sp, incrementando la lista de peces a 193 especies. También se agregó otra especie de rana, la Hypsiboas marianitae a la lista de anfibios, que antes de iniciar la expedición sumaba 117. Estos animales acuáticos pasarán a formar parte de la nómina que incluye al verdusco saltamontes Typophyllum sp. Ese insecto como hoja de árbol que siempre quiere pasar inadvertido.

Aguas bellas

El Parque Nacional Madidi se caracteriza por tener gran cantidad de cuencas hidrológicas, en especial cabeceras, localizadas en zonas de elevada pluviosidad y alta fragilidad de suelos por las pronunciadas pendientes. Está conformado por los ríos Tuichi, Madidi y Quendeque cuenca del Beni y el río Heath cuenca del río Madre de Dios, habiéndose definido seis subcuencas principales: río Heath, Beni, Madidi, Tuichi, Enapurera y Tumupasa-Beni.

El río de mayor actividad en la llanura del parque es el Madidi, cuyo arrastre de sedimentos desde una importante superficie montañosa ha constituido un extenso abanico aluvial, que alcanza un promedio de hasta 400 metros sobre el nivel del mar.

De climas y suelos variados

La reserva tiene un clima diverso, variando desde el frío en la zona de los Andes, templado en las tierras intermedias, hasta cálido en las tierras bajas del norte.

En la llanura estacional alcanza valores intermedios de 1.800 mm anuales y en las serranías pluviales subandinas, como en la zona del Alto Madidi, en el cual se observan niveles extraordinarios de pluviosidad de más de 5.000 mm al año. La temperatura promedio es de 25°C, oscilando entre los 33°C entre octubre y enero y los 10 a 20°C entre marzo y junio. Los puntos de ingreso hacia el Parque son Pelechuco y Apolo al sur, Rurrenabaque al este, Tumupasa al noreste y el río Madre de Dios al norte.

Ecoturismo responsable

El Parque Nacional Madidi alberga varios emprendimientos de Turismo Responsable y Ecoturismo Comunitario, que ofrecen transporte en botes, guías nativos intérpretes y una deliciosa comida casera preparada en base a productos locales.

Uno de los más reconocidos, a nivel local e internacional, es Chalalan Ecolodge de propiedad de la comunidad indígena San José de Uchupiamonas. Le sigue San Miguel del Bala Ecolodge de propiedad de la comunidad Tacana San Miguel del Bala, entre otros.

La mayoría de estos emprendimientos son operados en un 100% por la población de la comunidad con el objetivo de generar puestos de trabajo y beneficios a la misma.




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