domingo, 21 de diciembre de 2014

Lo que quedó tras de la COP20

CAMBIO CLIMÁTICO | PARA UNOS UN FRACASO, PARA OTROS UN AVANCE, ACÁ UN ANÁLISIS DE LO QUE FUE LA REUNIÓN DE LIMA Y CÓMO IMPACTARÁ EN NUESTRA VIDA.

Es un asunto de todos y cada uno, aunque en las negociaciones no siempre estén contemplados los intereses plurales, pero es un hecho innegable: el cambio climático ya está en la agenda mundial. Por ello es importante saber qué es lo que se negocia bajo la bandera de los países que acuden a estas impresionantes reuniones y cuyos delegados son, quienes en resumen, nos representan. Del 1 al 14 de diciembre (dos días más de lo planeado) 195 países, 195 posiciones diferentes, por más que tratasen de acercarse, por más que quisieran conformar alianzas, se constituyeron en 195 visiones que quisieron priorizar el beneficio de sus naciones, o por lo menos para eso dicen haber ido a Lima los delegados que participaron en la Conferencia de las Partes (COP) que en su vigésima versión se realizó en la capital peruana bajo la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC). Fue complicado llegar a un acuerdo, y este dejó insatisfechos a muchos que incluso llegaron a llamar a la reunión “la antesala del fin del mundo”, pero se firmó un acuerdo. Y esto constituye un logro, no el esperado, pero logro al fin.

No puede negarse que el trabajo del gobierno peruano fue realmente esforzado, ni tampoco que lo que comenzó entre mucha expectativa, se fue aguando a medida que pasaban los días, pero un análisis más profundo revela que, aunque se piense lo contrario, lo que salió de Lima servirá para la próxima reunión en París el próximo año. No en la medida que se esperaba, pero tampoco bajo el augurio funesto que se le pretende dar.



UN LADRILLO

El 2015 se va a realizar en Francia la COP21, y en esta reunión se tiene que poner en claro y concreto la forma en que el mundo en general, y cada país en particular, va a luchar contra el cambio climático. Algunos podrán hacerlo con más énfasis, tomando en cuenta que es gracias a su desarrollo que el planeta ha alcanzado las temperaturas más altas de la historia afectando de gran manera a los países más vulnerables. Otros lo harán en una medida más mesurada, respetando el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas. Lo que es innegable que el tiempo para actuar ya no es suficiente, y que pasarse la pelota de un lado de la cancha al otro, no es más una estrategia aceptable. El acuerdo firmado en Lima es un paso al fin y al cabo hacia un acuerdo mayor.

Durante estas dos semanas se pudo ver a delegados estresados, periodistas agotados, anfitriones cargados de trabajo pero obligados a sonreír, un tráfico endemoniado, medidas de seguridad pocas veces vistas antes en Perú, ciudadanos extrañados por lo que sucedía en su ciudad pero felices de que haya aumentado el turismo en las dos semanas que estuvieron marcadas por las altas temperatura, y hasta al Papa abogando porque se consiga un acuerdo… Anécdotas aparte, lo que importa es el dinero.

Sea cual sea el mecanismo, venga de dónde venga la propuesta, todos los países en desarrollo quieren dinero para luchar contra los efectos del cambio climático. Y los países desarrollados no lo quieren dar tan fácilmente. Es así de simple.



EVALUANDO

El ministro del Ambiente y presidente de la COP20, Manuel Pulgar-Vidal, tiene como conclusión que el documento aprobado en la cumbre de Lima, denominado "Llamado de Lima para la Acción Climática" sí contiene decisiones sólidas para avanzar en acuerdo global rumbo a París 2015. Como sea, hubiera sido difícil que el país anfitrión, que invirtió más de 100 millones de dólares en coordinar esta reunión, acepte que la misma no llegó a un buen destino. "La decisión de Lima es sólida no solo porque cumplió los mandatos que le estableció la COP19 de Varsovia, sino porque a su vez aprobó en Lima el borrador que contiene los elementos para la negociación, cosa que nunca antes había ocurrido", subrayó el peruano. "Se fortaleció la adaptación en las contribuciones nacionales, que son los programas para reducir emisiones que los países deben presentar a principios del próximo año, y también los mecanismos de financiamiento, tanto en el documento aprobado como en otras decisiones”. El optimismo del ministro se sustenta en los 10.200 millones de dólares con los que el llamado Fondo Verde termina Lima, mismo que deberá ser usado para apoyar los proyectos de mitigación y adaptación de los países en desarrollo, aunque todavía faltan 89.800 millones para que se cumpla lo prometido en reuniones anteriores: 100.000 millones hasta 2020.

En el tema de “Pérdidas y Daños”, mecanismo creado en el 2013 para situaciones en las que los impactos del cambio climático son tan grandes que exceden las capacidades de las poblaciones de enfrentarlos, se ha logrado aprobar el plan de trabajo inicial de dos años y la composición del Comité Ejecutivo, aunque no se ha incluido un texto claro que diga, en la parte operativa, cómo es que se financiará este mecanismo y sólo se lo ha incluido en el preámbulo del texto firmado en Lima, lo que no deja de ser preocupante. Lo que sí es rescatable es que se lo haya tomado en cuenta, porque entre gallos y medianoche, los países desarrollados querían sacarlo de las discusiones y ponerlo como un acápite más en medio de otros, haciéndolo pasar casi desapercibido. No lo lograron.

Respecto a los temas de adaptación, se dieron avances para reforzar los Planes Nacionales de Adaptación (NAP), que cada país debe tener para que todas las acciones que se llevan a cabo en sus diferentes sectores, respondan a una planificación de país y así articular su trabajo. Estos avances tienen que permitir que los países menos desarrollados y aquellos en vías de desarrollo, puedan acceder a financiamiento para el desarrollo de sus NAP y para la ejecución de las actividades que en ellos se identifiquen como tales.



GÉNERO, UN GRAN LOGRO

Por primera vez el tema de género fue incluido en la agenda, y fue claro y conciso en que se debe buscar promover la efectiva participación de las mujeres en acciones de adaptación y mitigación al cambio climático. Esto es otro logro, porque nunca antes se habían implementado políticas sensibles al tema. Para muchos esto es algo “histórico”. No es para menos si se toma en cuenta que las mujeres son las más vulnerables al cambio climático. “Aún tenemos el reto de batallar contra el cinismo a pesar de la evidencia de que el cambio climático impacta desproporcionadamente a las mujeres”, explica Lakshmi Puri, directora adjunta de ONU Mujeres y experta en políticas públicas y desarrollo económico.

Esta perspectiva de género sobre el cambio climático une a un grupo de líderes en torno al grupo Mujeres Líderes en Género y Cambio Climático donde Mary Robinson, expresidenta de Irlanda y directora de la Fundación Climate Justice, es una de ellas. “Necesitamos equidad de género en la acción contra el clima, seamos asertivos en vez de estar a la defensiva (…) Las mujeres tienen que responder cuando no hay alimento, cuando son víctimas de la sequía o las inundaciones, cuando tienen que cuidar la salud de las víctimas. Son un pivote al enfrentar el cambio climático”, dijo en una de las reuniones de la cumbre. Y la escucharon. El tema de género ha sido incluido en el documento emergente de Lima no como un asunto más, sino como un tema central.



ACCESO A LA INFORMACIÓN

La presidencia de la COP aprovechó su condición de anfitrión para hacer una declaración en temas de educación y difusión, que comenzará a implementarse en Perú, y que para que todas las Partes “presten la atención apropiada a la participación y el acceso a la información.”

También se lanzó como una novedad un segmento de alto nivel que generó el diálogo entre actores estatales y no estatales que se llamó “Día de la Acción Climática de Lima”. Por primera vez las negociaciones se abrieron a los observadores (ONGs, movimientos de jóvenes, mujeres, grupos indígenas) no sólo como una exposición, sino buscando su participación. "El documento de Lima es más que un paso hacia París 2015, es un claro ejemplo de que si trabajamos juntos podemos encontrar el balance y acercarnos a ese objetivo común que acelere la acción climática. El espíritu de Lima se proyecta para el mundo y constituye una fuente de inspiración y confianza para el futuro", expresó Pulgar-Vidal. Pero no fue un proceso fácil. Para nada.

Christiana Figueres, Secretaria Ejecutiva de la CMNUCC ha dicho, “Los gobiernos llegaron a Lima entre una oleada de noticias positivas y optimismo resultantes de los anuncios de acción climática hechos por la Unión Europea, China y Estados Unidos así como del aumento de las contribuciones al Fondo Verde para el Clima. Se van de Lima con una nueva oleada de positividad para París, con el acuerdo de una serie de decisiones clave y con agendas de acción que incluyen cómo lograr aumentar la financiación a la adaptación así como medidas forestales y en educación”.



NO HAY CASUALIDADES

El día de la verdad, muchas horas después de lo que se había pactado, con bloques de países enfrentados los unos a los otros, aún entre naciones de una misma región como el caso de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) conformados por Antigua y Barbuda, Bolivia, Cuba, Dominica, Ecuador, Nicaragua, S. Vicente y Granadinas y Venezuela , y la Alianza Independiente de América Latina y el Caribe (AILAC), compuesta por Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Panamá y Perú, se firmó el acuerdo que fue ovacionado y aplaudido de pie por la mayoría de los delegados.

Pero las diferencias son profundas y lo sucedido entre el presidente boliviano y los presidentes de Colombia, Chile, Perú y México, es una muestra. No fue casualidad que el día después en que el presidente Evo Morales llamara a no aceptar los mercados de carbono, y les dijera ladrones, flojos y mentirosos a quienes estaban negociando por los países desarrollados, los presidentes de Chile, Colombia y Perú (junto al de México), se presentasen en una rueda de prensa conjunta para declarar su apoyo a los mercados que Bolivia rechaza y su intención de trabajar para que los acuerdos dentro de la Convención avancen. El presidente Morales está llamando ahora a una Cumbre Climática paralela con la participación de los países de la ALBA, aunque está claro que las decisiones que emerjan de ese encuentro no pueden equipararse a lo que se acuerde dentro de la Convención de las Naciones Unidas que tienen el poder de voto de 195 naciones.



LOS INCONFORMES

Horas antes de la firma del acuerdo, el presidente de la COP se había reunido con cada uno de los grupos de países para tratar de acortar las distancias que parecían profundizarse. Justo antes de comenzar la sesión plenaria, que ya había suspendido su principio tres veces, un grupo de personas se congregó en entrada de la sala de conferencias para expresar su respaldo al pedido de los países más afectados por el cambio climático, para que se incluyan conceptos de mitigación y daños y pérdidas, bajo el grito “Sin justicia no hay trato”. Justamente son estos jóvenes activistas quienes más descontentos han quedado de lo que ha salido de Lima, “Lo que hemos visto en la COP20 es otra serie de decisiones que debilitan las normas internacionales sobre el clima, a la gente que fallan y al planeta. Las promesas de mitigación pre-2020 son injustas y débiles, y nos ponen en camino de romper los 2 ° C de aumento de temperatura para mediados de siglo. Los aumentos prometidos en las promesas no se materializaron en 2014, tampoco había un compromiso de revisarlos con urgencia. Lima nos prepara para un acuerdo en París que ignora las necesidades y derechos de las personas en todo el mundo al impedir compromisos vinculantes sobre las finanzas, la adaptación, la pérdida y el daño y la transferencia de tecnología”, dice el comunicado de varis agrupaciones, entre ellas la Plataforma Boliviana frente al Cambio Climático.



LO QUE QUEDA PARA PARÍS

Tras la intensa jornada que comenzó con una primera propuesta de texto, se procedió a un proceso de consultas a todos los bloques de negociación para recoger sus sugerencias y presentar un nuevo texto. Dicho documento fue entregado sobre la medianoche y, tras una hora de revisión por parte de los países, se aprobó por aclamación (aunque a regañadientes por muchos) la decisión que contiene el borrador del que deberá ser trabajado en los distintos espacios de negociación durante 2015 y firmado en la COP21 de París.

Al respecto el ministro francés de Asuntos Exteriores, Laurent Fabius, que asumirá la presidencia de la COP21 el próximo noviembre, anunció que ya existe una agenda Lima-París que arrancará en enero y que incluirá varias reuniones a lo largo del año.

Fabius tiene sobre sus hombros la difícil tarea de lograr que todos los países se comprometan a reducir emisiones, se avance en la capitalización del Fondo Verde, se estudie la posibilidad de poner un precio al carbono y se logre arrancar un pacto global que sea vinculante. Esto último una tarea titánica ya que tanto Ch ina como Estados Unidos, los dos países más contaminantes del mundo, se niegan a que el pacto sea obligatorio.

Mientras, en su camino a París, los países miembros de la CMNUCC deberán informar de sus acciones para la reducción de emisiones antes de octubre. Luego se verá si esos compromisos responden a las exigencias necesarias para lograr la meta de que el calentamiento global se mantenga por debajo de los dos grados. Ya ha dejado de ser un pedido, es una exigencia. (Con datos de El País, ConexionCop).



LOS LOGROS

El Fondo Verde cuya meta antes de la COP20 era alcanzar los 10.000 millones de dólares, alcanzó los 10,200 millones durante la COP20.
En el tema de “Pérdidas y Daños” o “Loss and Damage”, se ha logrado aprobar tanto el plan de trabajo inicial de dos años, como la composición del Comité Ejecutivo.
Con respecto a los temas de adaptación, se dieron avances para reforzar los Planes Nacionales de Adaptación (NAP) que cada país debe tener para que todas las acciones que se llevan a cabo en sus diferentes sectores, respondan a una planificación de país y así articular su trabajo.
Otro de los avances resaltados durante la primera semana es el desarrollo del Plan de Trabajo de Lima sobre género. Esta decisión busca promover la efectiva participación de las mujeres en los ámbitos de la CMNUCC y fortalecer el trabajo de empoderar a las mujeres y convertirlas en agentes importantes de cambio en relación a la adaptación y mitigación.
Durante la primera semana se lograron avances importantes en los Programas de Reducción de Emisiones de Carbono causadas por la Deforestación y la Degradación de los Bosques (REDD+) al hacerse la primera reunión de los puntos focales, elemento central para procesos posteriores que fortalezcan dicho instrumento.
A su vez se hizo por primera vez el Multilateral Assesment (Evaluación Multilateral), es decir la información que presentaron 17 países desarrollados (entre los que estuvo la Unión Europea y Estados Unidos), sobre los niveles de avance en la reducción de emisiones, la tendencia de sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) desde 1990 hasta el año 2012, proyecciones y metas de las mismas a nivel de toda la economía. (Con datos de Conexioncop)


Cifras

QUE DEJA LA COP20

14.000 personas llegaron a Lima para participar en la COP20 de 195 países, entre representantes de gobiernos, sociedad civil, empresarios y autoridades.



30 espacios y enormes dos salas plenarias, con capacidad para 2.000 personas, fueron implementadas en el Cuartel General del Ejército, conocido también como Pentagonito, en el distrito de San Borja.



80.000 personas visitaron la feria “Voces por el Clima” en el Jockey Club del Perú entre el 1 y 12 de diciembre. Además, 400 conferencias sobre investigaciones, proyectos e iniciativas para combatir el cambio climático fueron presentadas allí. Entre las personalidades que participaron de ellas están Christiana Figueres, secretaria general de la CCMNUCC, Rajendra Pachauri, Nobel de la Paz y presidente del IPCC; Fabien Cousteau, nieto de Jacques Cousteau; y los músicos Lucho Quequezana (Perú) y Charly Alberti (Argentina).



140 conferencias de prensa fueron cubiertas a lo largo de la COP20 por más de 900 periodistas, entre peruanos y extranjeros.



1.200 voluntarios participaron en la COP20.
7 presidentes recibió la COP20, entre ellos Evo Morales (Bolivia), Enrique Peña Nieto (México), Michelle Bachelet (Chile) y Juan Manuel Santos (Colombia). Además, participaron el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon; John Kerry, secretario de Estado de los Estados Unidos; y Al Gore, ex vicepresidente de Estados Unidos y Nobel de la Paz.



7 paraderos se instalaron en distintas partes de la ciudad para movilizar a los miles de participantes a la COP20, con horarios y rutas flexibles. Ello para evitar que se genere más tráfico en la ciudad, según explicaron los organizadores.



La COP20 es el primer evento en Perú que segregó la basura en 4 categorías: orgánico, papel, vidrio y general. Además, una institución independiente medirá la huella de carbono del evento.



Todos los vasos usados en la sede oficial son biodegradables, así como la mayoría de menaje usado en los locales de comida, según la organización. La venta del material reciclable recogido en los días del evento será vendido y el dinero entregado a la Asociación de Ayuda al Niño Quemado (Aniquem). (Con datos Conexioncop).

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