lunes, 21 de abril de 2014

Reciclar para colaborar al planeta

Si eres una persona con conciencia ecológica, una de las actividades básicas que deberías promover en tu casa es el reciclaje de basura.

Para iniciar un proceso de reciclaje es importante separar la basura o residuos, esto podemos hacerlo desde nuestras casas o lugares de trabajo.

La importancia de reciclar es porque la generación de basura trae consigo graves problemas ambientales, ya que aunque sean recogidos de nuestra casa, estos solo pasan a otro lugar.

Algunos de los problemas son la contaminación del agua, por ejemplo por la basura que se arroja a ríos y cañadas. Además en el lugar donde se concentra la basura se filtran líquidos que contaminan el agua del subsuelo, de las cuales las ciudades dependen.

También influye en la contaminación del suelo, ya que la basura que arrojamos en áreas verdes, cambia la composición química del suelo y dificulta la germinación y crecimiento de vegetación.

En el caso de la contaminación del aire se genera por la descomposición de la materia orgánica, por los residuos y bacterias que se dispersan por el aire.

La ventaja del reciclaje es grande: reduce el desperdicio, permite ahorrar recursos naturales y energía, reduce la contaminación e, incluso, crea puestos de trabajo, pues las empresas recuperadoras emplean a más personas que los vertederos o incineradoras.

No obstante, para que dicho reciclaje sea efectivo, debes seguir las sencillas recomendaciones que te explicamos a continuación.

Clasificar por tipo

de productos

El primer paso consiste en clasificar y separar la basura, distinguiendo lo reciclable de lo que no lo es.

Así, hay cuatro elementos tradicionalmente reutilizables: papel y cartón, plásticos, metales y vidrio.

Existe un segundo grupo que requiere de cierto tratamiento especial, como los aceites, las baterías, los muebles, algunos productos químicos, los escombros, la ropa y los electrodomésticos inservibles.

Por último, está la basura propiamente dicha, constituida por los materiales orgánicos que se descomponen fácilmente, como los desechos de comida, que no se pueden reciclar.

Unos ejemplos

prácticos

Es bueno tener presentes algunos casos típicos de qué productos en concreto se pueden reciclar.

Así, por lo que respecta al papel y cartón, son reciclables los periódicos, las revistas, catálogos, papel corrugado, cajas de cartón (hay que desbaratarlas), bolsas de papel, sobres, etc.

No se reciclan las cajas que contenían alimentos congelados o de comida para llevar, ni las bolsas de papel con contenido interior de plástico, fotografías, servilletas usadas ni ningún recipiente de papel o cartón que contenga restos de alimentos.

En cuanto al plástico, puedes reciclar todo tipo de botellas, contenedores, materas y baldes. En todo caso, debes enjuagarlos previamente.

No debes incluir las bolsas plásticas (pueden dañar las máquinas de las estaciones de reciclaje), las tapas de las botellas y recipientes, ni los recipientes que hayan contenido aceite de motor o sustancias tóxicas.

También puedes seleccionar las latas de acero y aluminio (enjuagadas y con las tapas dentro sin aplastarlas), las bandejas y papel de aluminio.

recipiente adecuado

Una vez seleccionados, procede a colocarlos en determinados contenedores.

De esta manera se procesa mejor la basura y se apoya al cuidado del medio ambiente.

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