viernes, 29 de junio de 2012

K’oa de un año contamina como 14 sanjuanes

La contaminación registrada en el tradicional primer viernes de k’oa supera los niveles de contaminación de la última noche de San Juan en Cochabamba. Haciendo una comparación de la polución acumulada en el año, con 12 primeros viernes de k’oa se tiene una contaminación equivalente a 14 noches de San Juan en un año.

El reporte proporcionado por la Red de Monitoreo de la Calidad del Aire (Red MoniCA) revela que la noche de San Juan de este año la contaminación llegó a un nivel máximo de 267,85 microgramos por metro cúbico de aire (ug/m3), y el primer viernes del mes, de q’oa (1 de junio) el nivel máximo llegó a 285.75 ug/m3.

Cabe precisar que el límite permisible, de acuerdo a la norma boliviana, es de 150 ug/m3 que hace referencia al contaminante PM 10 (material particulado). Mientras las autoridades invierten miles de bolivianos en recursos humanos y campañas para reducir la contaminación de la noche (San Juan), hay una tradición ancestral de doce noches al año que se populariza, y agudiza su impacto nocivo al medio ambiente y a la salud.

Los contaminantes registrados en ambos acontecimientos son similares y sus efectos en la salud también. El responsable de la Red MoniCA, Alaín Terán, explica que entre los principales agentes contaminantes se identifica el material particulado que incluye las partículas de polvo, humo, niebla y ceniza en suspensión, producto del humo o bruma presente por la quema de leña, carbón, materiales inflamables y otros.

“Las partículas en Bolivia son muy volátiles, debido a esta característica pueden permanecer en suspensión durante largo tiempo y llegar a ser riesgosas para la salud de las personas”, explica Terán.

Con un mayor tiempo de suspensión de particulas éstas pueden ser fácilmente inhaladas por animales y personas afectando directamente al sistema respiratorio.

En los seres vivos, los problemas respiratorios aumentan porque el sistema respiratorio puede ser dañado; cuando el material particulado y sus componentes solubles penetran en la sangre a través de los pulmones, pueden ser transportados hacia otros órganos y deteriorarlos.

De este modo, aumentan las enfermedades respiratorias, como la bronquitis y enfermedades cardiovasculares, en zonas con alta contaminación atmosférica. Si el tiempo de suspensión es corto se tendrán casos agudos y si el tiempo de exposición es más largo se tendrán casos críticos.

FACTORES En la contaminación generada durante los primeros viernes se debe considerar también que la quema de leña o encendido de carbón para la k’oa no es el único factor determinante de la contaminación, sino también todo el movimiento del parque automotor generado por la población, que debe trasladarse de un lugar a otro, tanto para asistir al acto ritual así como para la compra de insumos y otros.

En el ámbito paisajístico, Terán señala que las partículas se depositan en el suelo y los edificios causando una contaminación visual.

Se k’oaba sólo en la quinta luna para purificar el ambiente

El amauta andino e investigador, José Illescas, explica algunos elementos que reflejan la distorsión y exageración de la ancestral k’oa practicada hoy los primeros viernes de cada mes.

Antes de la colonización, en el incario la k’oa (una planta aromática) era parte fundamental de una mesa ritual preparada para ser ofrendada a la Pachamama como muestra de gratitud a lo recibido. Era quemada para purificar el ambiente, ya que la yerba tiene la propiedad de limpiar el ambiente de virus y bacterias. Para quemar la k’oa se utilizaba leña noble como la t’ola y el sauce.

El cambio en la esencia es que ahora ya no se ofrenda sino se pide, más dinero, más producción, más clientes; en cambio, antiguamente la mesa ritual ofrecía lo mejor de la familia: el mejor maíz, la mejor llama, la mejor chicha e incluso plata y oro. Un acompañamiento esencial de la ceremonia eran los cánticos entonados sólo con vocales, que sean armónicas con la naturaleza. “Se han introducido elementos ajenos como el alcohol, la cerveza, cigarro, acompañados de una música que hace escapar a la naturaleza”, reprocha Illescas.

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