Si la falta de cuidado y mantenimiento en los vehículos continúa de la manera que observamos ahora, en el 2040 los habitantes de La Paz no podrán prescindir de una máscara de oxígeno o deberán acudir a un barbijo para pasear por las calles.
Este panorama que constatan con preocupación entidades ambientalistas como Swiss Contact y Lidema se refleja en cifras que delatan que el principal motivo de contaminación ambiental en La Paz es producido por vehículos motorizados.
Durante los últimos años, el parque automotor en Bolivia se ha incrementado notablemente. De 390 mil que existían en el 2000 a finales del 2007 se incrementó a 700 mil, cifra que fue relativamente controlada hasta el 2012, aunque no existen datos certeros de este último año, luego del proceso de legalización de autos chutos. Esto significa un crecimiento aproximado del 79% en un período de sólo siete años.
Considerando que la tasa nacional de crecimiento calculada por año es aproximadamente del 12%, el crecimiento del parque automotor no es proporcional al crecimiento de la economía, de la población y de la infraestructura vial existente en el país.
Esa densidad vehicular se nota también en la vida urbana de La Paz, porque con un promedio de incremento de 17.500 a casi 19.000 en el 2011, el ciudadano enfrenta serios efectos nocivos para su salud con el aire que respira. Lo refrendan quienes tienen la oportunidad de hacer ejercicios al aire libre o hacer un trote por arterias que lo permiten. “Se nota a contaminación”, advierte uno de los habituales hombres que van de caminata por la avenida Kantutani.
El crecimiento del parque vehicular en La Paz está supeditado a la incorporación de motorizados usados con más de ocho años de antigüedad. En La Paz se pueden observar vehículos de hace cincuenta años y sometidos a intenso trabajo.
La contaminación vehicular responde al mal funcionamiento de los motorizados que liberan gases nocivos para el medio ambiente, las personas, animales, plantas animales y recursos naturales.
Por otro lado y como causa del crecimiento en la cantidad de vehículos, se produce el efecto de la vialidad vehicular que, a su vez, provoca otros efectos, como el de la contaminación acústica, el incremento de accidentes, la disminución del flujo peatonal y otros que coadyuvan al deterioro general de la calidad de vida.
Empero, la contaminación del aire produce varios efectos en la salud de la población, como problemas en el sistema respiratorio, alergias en el sistema inmunológico, piel y tejidos mucosos y efectos cancerígenos. Los grupos más vulnerables a contraer estas enfermedades son: adultos mayores, niños en desarrollo y mujeres embarazadas.
Según datos de la Red Ambiental Mónica de la Alcaldía de La Paz, los sectores de mayor contaminación son la zona Central, especialmente la avenida Ismael Montes, San Francisco, Mariscal Santa Cruz y El Prado.
Los ambientalistas destacan el hecho que el plan de la ciudad de La Paz, en sus diversos sistemas (alcantarillado, energía eléctrica, transporte, centros de atención médica y otros), estaba calculada para 500 mil habitantes, pero al crecer la ciudad y contar con casi un millón de habitantes cambia diametralmente la proporción hombre medio ambiente y crecen más los problemas que las soluciones.
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