domingo, 6 de noviembre de 2011

Las áreas protegidas en billetes

¿CUÁNTO ES EL APORTE ECONÓMICO | MÁS ALLÁ DE CUESTIONES SOCIALES, DE LAS ÁREAS PROTEGIDAS EN EL PAÍS?

Buando el asunto del medio ambiente se ha convertido en un tema central de discusión en la agenda política y social del país, sobre todo luego de la marcha en contra de la carretera en el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), y cuando las consecuencias de esta medida se hacen confusas entre términos como intangibilidad, el concepto de desarrollo comunitario, los anuncios de contramarchas a favor de la carretera y plazos fatales, es importante conocer el valor económico actual de las áreas protegidas en Bolivia para entender aún más su importancia.

El país está considerado uno de los 15 países con mayor riqueza biológica del planeta, una de las 11 naciones con mayor diversidad de flora (alrededor de 20 mil especies) y una de las primeras 10 con mayor abundancia de aves (1.400 especies), y mamíferos (356 especies).

Bolivia está clasificada entre los 13 primeros países con más especies de anfibios (203 especies, 266 de reptiles y alrededor de 600 de peces) y tiene la mayor reserva acuífera de América Latina. Además, es el sexto país del mundo con recursos forestales tropicales húmedos, el tercero en el continente después de Brasil y México. En el país, 22 áreas protegidas cubren una extensión de 17 millones de hectáreas, equivalentes al 15,5% del territorio nacional. Hasta el año pasado, se han titulado 33 millones de hectáreas (31% del área a ser saneada en Bolivia), de cuyo total el 59% de las tierras con bosques han sido tituladas comunalmente (lo que corresponde en 15 millones de hectáreas a las TCO de tierras altas y bajas), el 11% son títulos individuales y el 30% restante corresponde a tierras fiscales (5). En el país, el 77% de las emisiones de carbono corresponden a las quemas y talas por el cambio de uso del suelo.

HACIENDO CÁLCULOS

Un estudio reciente realizado por el Servicio Nacional de Areas Protegidas (SERNAP) demuestra que alrededor de 50 millones de dólares se obtienen de actividades relacionadas con la biodiversidad y con el turismo ecológico.

En el caso concreto del TIPNIS, varios proyectos de desarrollo comunitario, algunos con financiamiento de organizaciones no gubernamentales, se están trabajando actualmente. Destacan los emprendimientos productivos de manejo de flora, como el cacao y el motacú. El primero ha logrado producir un cacao orgánico para el que existen ofertas de compra por parte de chocolaterías nacionales. En el caso del motacú, el proyecto también ha avanzado.

Otras experiencias productivas relacionadas al manejo y aprovechamiento sostenible de especies de fauna son el Sajama, también con la fibra de vicuña, y el cuero de lagarto en el TIPNIS y San Matías. Se estudia la posibilidad de introducir el manejo de la capiguara en el Isiboro Sécure. En este sentido, el mantenimiento de las áreas proegidas y su diversidad biológica resulta crucial para la disponibilidad de agua potable, alimentos, medicamentos y otros.

Aunque dentro de contexto de negociaciones acerca del cambio climático y el calentamiento global, se tiene como un eje principal al mecanismo de Reducción de Emisiones por Degradación y Deforestación (REDD, ver recuadro), algunos países, entre ellos Bolivia, plantean el pago de una deuda histórica ecológica a las naciones industrializadas y no quieren adherirse a este mecanismo.

El país promovió el primer proyecto piloto REDD en el mundo, el Proyecto de Acción Climática Noel Kempff Mercado (PAC-NK), creado en 1997, cuando la deforestación y la degradación forestal amenazaban 832.000 hectáreas de bosque tropical alrededor del parque.

EL PROYECTO BOLIVIANO

El Gobierno de Bolivia, tres compañías energéticas, The Nature Conservancy (TNC) y la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN) iniciaron la implementación del Proyecto, indemnizaron a las concesiones madereras aledañas e incorporaron esta franja al Parque Nacional Noel Kempff Mercado. A nivel mundial, este proyecto boliviano se constituyó en un excelente ejemplo de que la biomasa viva del bosque y la reducción de emisiones, gracias a la conservación del bosque, pueden ser científicamente cuantificadas, monitoreadas y certificadas, convirtiéndose en un potencial de ingresos para las comunidades locales y el país en su conjunto. El proyecto actualmente está paralizado. El mecanismo REDD es considerado por el gobierno del Presidente Morales, como una expresión del capitalismo. “En las manos del capitalismo todo es una mercancía: el agua, el suelo, el genoma humano, las culturas ancestrales, la justicia y la vida misma. Bajo el capitalismo absolutamente todo puede ser comprado y vendido, e incluso el Cambio Climático (sic) se ha convertido en un negocio”, ha dicho Morales.

Según el más reciente informe de la UICN, The Value of Investing in Locally-controlled Forestry (El valor de la inversión en la gestión forestal local), lanzado en Nueva York, durante la reunión de las Naciones Unidas acerca del Año Internacional de los Bosques, una mejor evaluación del valor de los bosques genera beneficios directos para las poblaciones pobres de las zonas forestales, abre nuevos mercados e incide en el crecimiento económico mundial. Los beneficios económicos de los bosques son masivamente subvaluados por los gobiernos y organismos donantes, dice el documento. Los bosques se valoran generalmente por su principal recurso comercial: la madera. Pero además de ello, albergan el 80% de la biodiversidad terrestre y suministran a las economías nacionales y a la economía mundial una amplia gama de servicios ecosistémicos, como por ejemplo agua salubre, protección contra las inundaciones y otras catástrofes naturales, por un valor estimado en más de 720.000 millones de dólares anuales.



REDD


Esencialmente es una forma de pagar a los países en desarrollo o a determinadas comunidades dentro de ellos para que conserven sus bosques.

Los proyectos de REDD se consideran como una manera de reducir la cantidad de emisiones de CO2 en todo el mundo derivadas de la deforestación, que es una de las causas del calentamiento global. En el mundo, Sudamérica es la que mayor nivel de deforestación tiene, con 4,3 millones de hectáreas al año, seguida por Africa, con cuatro. En los últimos años, la REDD se ha convertido en una parte clave de las negociaciones acerca del nuevo acuerdo sobre cambio climático, pero no toda el área de bosque tiene potencial para ser absorbida por el mecanismo REDD, solamente lo son las áreas que están amenazadas por la deforestación.

ÁREAS PROTEGIDAS


• La primera área protegida se constituyó en 1939, cuando fue creado el Parque Nacional Sajama.

• En 2007 el valor de las áreas protegidas (AP), en turismo y otras actividades económicas ascendió a 50,6 millones de dólares.

• Actividades relacionadas con el biocomercio y al uso de la biodiversidad ascienden a 400.000 dólares anuales.

• De acuerdo con el mapa de cobertura de bosque de Bolivia, 11,714 millones de hectáreas de bosques se encuentran dentro de las AP.

• Considerando solamente las actividades extractivas básicas de madera, éstas fluctúan en valores que van desde 13 hasta 120 dólares por hectárea al año.

• Si se considera que el promedio mundial de almacenamiento de carbono en los bosques tropicales es de 100 toneladas por hectárea, se establece que el volumen de carbono almacenado en los bosques de las AP de Bolivia suma 917 millones de toneladas que equivaldrían a 11.714 millones de dólares.

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