miércoles, 13 de julio de 2011

Ecologistas rusos piden a la Unesco que declare el lago Baikal bajo amenaza

Los ecologistas rusos pidieron hoy a la Unesco que declare el lago siberiano Baikal, que alberga la quinta parte de las reservas mundiales de agua dulce, bajo amenaza debido a los vertidos de una planta de celulosa, que las autoridades se niegan a cerrar.

"Cuando la planta de Celulosa y Papel 'Baikalski' funciona, el Baikal está amenazado. Consideramos que mientras la planta opere, el lago debe ser incluido en la lista de Patrimonio Universal Bajo Amenaza", reza el comunicado divulgado por las agencias rusas.

Los ecologistas opinan que "los intentos de prolongar el trabajo de la planta Baikalski son infundados e ilegales y suponen un duro golpe para la importancia del Baikal como patrimonio universal".

"El único camino es el inmediato cierre de la planta y la regeneración del territorio contaminado", apuntan.

Un grupo de expertos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) está de visita de inspección en el Baikal para estudiar la situación en torno a la polémica planta de celulosa.

Recientemente, los miembros del Comité Mundial de Patrimonio de la UNESCO se mostraron "muy preocupados por la reanudación de las actividades de la planta sin que disponga de un ciclo cerrado de agua".

Como reacción a las críticas, la papelera anunció ayer un plan para blanquear la celulosa con oxígeno y ozono, y no con cloro como hasta ahora.

El primer ministro ruso, Vladímir Putin, ordenó el pasado año equipar la planta de celulosa con un ciclo cerrado de agua para evitar que contamine el lago más profundo del mundo.

La planta, cuyo 49 % de acciones pertenece al Estado, reanudó en 2010 la producción industrial de celulosa y el vertido de residuos en el Baikal, pese a la oposición de los ecologistas.

La planta, que producía anualmente 200.000 toneladas de celulosa y 12.000 de papel, fue cerrada en octubre de 2008 por contaminar el lago.

Según Greenpeace, la fábrica carece de sistemas de purificación y arrojó directamente sus residuos al santuario ecológico del lago durante décadas con la connivencia de las autoridades locales.

La planta ha contaminado de forma irreversible una superficie de al menos 200 kilómetros cuadrados del lago con toneladas de dioxina, fenol y derivados del sulfuro, entre otras sustancias nocivas.

Putin anunció un programa de protección del lago Baikal para el que el Gobierno asignará 1.000 millones de rublos (cerca de 30 millones de dólares).

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