domingo, 8 de mayo de 2011

Una red conecta a ecoaldeas del mundo

Kosha Joubert impulsa formas de comunicación de iniciativas que ahora implican también a los pueblos indígenas
Es nuestro último día en Findhorn, la ecoaldea más antigua de Europa, al norte de Escocia, y hasta ahora no habíamos tenido la oportunidad de conocer a Kosha Joubert, la presidenta de la Red Global de Ecoaldeas. Horas antes de partir acordamos, por fin, vernos en su domicilio.

Nos recibe calurosamente, pues Kosha ha dedicado su vida al trabajo con la gente, armando redes de comunicación, transparencia y confianza, para lograr una sociedad más justa y equilibrada.

“Cuando yo era más joven, me di cuenta de los errores de nuestra sociedad, lo que me llevó a desconfiar de todo lo que ésta nos ha dicho que es justo o todo lo que esta economía nos ha dicho que es bueno. Comencé a buscar alternativas y me costó mucho poder encontrar a la gente que verdaderamente está creando sus sueños dentro de este viejo sistema. Y vi claro que había que dar una solución”, argumenta Kosha.

Así nació GEN —Global Ecovillage Network o la Red global de Ecoaldeas—, una creciente red de comunidades sostenibles que está conectando y entrelazando proyectos alternativos de todo el mundo, a partir de una página web y de seminarios, encuentros y talleres alrededor del globo, con iniciativas para comunicar a diferentes culturas, países y continentes.

“GEN trata de conectar a la gente en torno a un fenómeno que está pasando en todos lados y que está naciendo de los sueños, inquietudes y necesidades de la propia gente, que se reúne y apoya mutuamente para lograr que estos sueños empiecen a hacerse realidad. Queremos que quien se está iniciando o ha iniciado este tipo de proyectos no se sienta aislado y que más bien se dé cuenta de que este movimiento está surgiendo por todos lados. Ésta es una verdadera herramienta de empoderamiento: saber que no estamos solos y que hay gente en todo lado buscando vivir una mejor vida, buscando formar un planeta más sano para nuestros hijos”, añade Kosha.

GEN buscar también ser una herramienta no sólo para intercambiar esta información, “sino para mostrar a la sociedad entera, a los gobiernos del mundo, a los sistemas económicos, quiénes somos y cómo trabajamos de modo que podamos colaborarnos mutuamente”.

Según Kosha, el movimiento de ecoaldeas y comunidades intencionales se está ampliando. Este movimiento comenzó como una iniciativa occidental de gente que se dio cuenta de que el sistema individualista ya funciona más y que hay que volver a crear comunidades y a construir una atmósfera de solidaridad no sólo entre seres humanos, también con la naturaleza. “Hoy en día, este movimiento es mucho más que eso y es mucho más grande”, sonríe Kosha. “Hoy, a este movimiento ya nadie ni nada lo puede parar. Hoy necesitamos de todos y todas. Necesitamos que todas las aldeas se conviertan en ecoaldeas, que todas las ciudades se conviertan en ecociudades y necesitamos que cada persona sea un agente de cambio”.

Por eso, hoy se mira con mayor profundidad e interés a las comunidades indígenas que aún preservan una sabiduría ancestral y una forma de vida sostenible, pero que se está perdiendo rápidamente por este sistema globalizado. “Por eso, parte de nuestras tareas y estrategias principales es salvaguardar y honrar a estas comunidades”. Así que GEN está en un trabajo de acercamiento a las comunidades indígenas y aldeas tradicionales, muchas de las cuales ya les han pedido formar parte de la Red de Ecoaldeas, pues ésta puede ser el soporte político y servir como una plataforma de reconocimiento y valorización de sus experiencias.

Brújula
Si desea formar parte o saber más de la Red Global de Ecoaldeas (GEN), puede visitar la página web ‘www.gen.ecovillage.org’ o escribir a Kosha Joubert al correo electrónico ‘kosha@siebenlinden.de’.GEN tiene su sede en Escocia (ReinoUnido).

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