viernes, 4 de marzo de 2011

Nueve zonas afectadas deben convertirse en áreas verdes

Las nueve zonas que resultaron afectadas tras el deslizamiento del pasado fin de semana deben ser convertidas en áreas verdes, de manera que no se permitan construcciones que carguen de sobrepeso un suelo débil y vulnerable, recomendó el geólogo geotécnico Marcos Guzmán.

“Sería ideal que sea un espacio de recreación (...). No debe haber ninguna estructura pesada”, recomendó el especialista.

Su propuesta se basa en que entre las causas del deslizamiento está el peso de las construcciones en las áreas del deslizamiento, que sobrecargaron una zona vulnerable, señaló.

“La última semana llovió demasiado, los suelos se saturaron, al saturarse aumentaron de peso y eso modificó sus condiciones geotécnicas. Una porción de suelo que pesaba dos toneladas, con la lluvia puede triplicarse o cuadriplicarse”, explicó el geotécnico.

Suelo débil

Recordó que la materia primordial de los suelos del lugar es arcilla, la cual no es estable para construcción. Por ello, ya en 1970 se declaró a éstas y a otras zonas como “inestables con remoción de masa antigua, porque ya presentó deslizamiento anterior”.

Por este motivo, el experto afirmó que las zonas no son aptas para nuevas construcciones ni para sembradíos.

“En las condiciones actuales no se puede volver a construir nada, ni en los terraceos que haga la Alcaldía, que es la estabilización de las masas que se han movido”, aseguró.

Sólo se podría volver a construir si se eliminaran o mitigaran las causas que provocaron el deslizamiento.

Acotó que se debe definir en cuál de estas zonas se puede construir en base a un cálculo de estabilidad de taludes.

La Alcaldía anunció que, una vez se termine de atender a los damnificados, realizará un estudio en el área para saber qué trabajos se ejecutarán, explicó el jefe de la Unidad de Prevención de Riesgos, Jaime Tinini.

Un cambio cualitativo

La autoridad dijo que el área cambió en su geomorfología tras el deslizamiento, por lo que se tiene que hacer nuevos estudios por zonas, que ayudarán a saber qué usos son sostenibles.

“Seguramente nos van a dar estudios de alto riesgo no mitigables, de alto riesgo mitigables y de riesgo”, indicó Tinini.

En caso de zonas de alto riesgo no mitigables, “se debe definir que esa área se quede como una zona reservada para recreación, donde no se puede construir estructuras importantes”.

Dijo que en las zonas de alto riesgo mitigable se puede autorizar construcciones livianas, siempre y cuando se haga un sistema de drenaje adecuado que garantice la estabilidad.

El río Chulluncani quedó sepultado


El jefe de la Unidad Especial de Prevención de Riesgos, Jaime Tinini, explicó que con el deslizamiento de las nueve zonas del este de La Paz el fin de semana el río Chulluncani prácticamente desapareció por completo.

“El río Chulluncani ha desaparecido. No hay río. Está totalmente sepultado”, afirmó Tinini.

Explicó que como está rellenado de manera natural con el deslizamiento, se debe buscar otro alineamiento para evacuar el agua.

Según el geólogo geotécnico de la UMSA, Marcos Guzmán, el agua del río está infiltrando la tierra.

Por ello, Guzmán señaló que una vez que los damnificados terminen de recuperar algunas de sus pertenencias se debe estabilizar el área durante la época seca.

Entre los trabajos que se deben hacer está captar las aguas subterráneas, evitar la erosión en otros ríos que pasan por la zona y conducir adecuadamente las aguas superficiales.

Por su parte, Tinini dijo que todavía no es posible definir qué obra se realizará en torno al río.

La autoridad resaltó que la reconstrucción de un área de gran magnitud como fue la del deslizamiento no es un trabajo que se pueda hacer de “la noche a la mañana”.

“La parte más larga, más costosa, la que incluso puede ocasionar pérdida de vidas por la vulnerabilidad del terreno es la etapa de la reconstrucción”, advirtió.

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