Algunas familias comenzaron a vivir su cotidianidad en los albergues que fueron habilitados de manera transitoria por la Alcaldía de La Paz y por el Gobierno, pero otras más empiezan a sufrir los embates del deslizamiento que va avanzando lentamente.
El municipio informó de nuevas zonas que están siendo afectadas por el fenómeno natural, de familias que perderán sus casas y de más damnificados que serán instalados en albergues transitorios que requerirán ayuda de la población.
Entretanto, la gente todavía continúa recuperando lo poco que puede de la zona del desastre, pero a medida que pasan las horas comienza a ver la realidad fuera de lo que fue su hogar.
Entretanto, otras familias, si bien no sufren por el deslizamiento, lo que les toca vivir es un vía crucis para poder conseguir agua, pues las cisternas no abastecen a todos los barrios.
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