martes, 13 de abril de 2010

Organizaciones guardan distancia de gobiernos


La Madre Tierra posee derechos universales que son tan importantes como los que tienen los seres humanos en el mundo entero.

Cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió que el 22 de abril se celebre el Día Internacional de la Madre Tierra, Bolivia logró ganar una de las batallas más importantes en la lucha para salvar la naturaleza de la amenaza del cambio climático, la crisis energética y financiera, la falta de agua y la escasez de alimentos, que afectan a gran parte de la población mundial, especialmente ubicada en los países menos desarrollados.

Como segundo paso en la estrategia de esta batalla es necesario que los gobiernos del mundo ahora reconozcan que la Madre Tierra tiene derechos universales y que éstos son tan importantes como los que tiene el ser humano en el mundo entero. Para subrayar la importancia de este aspecto, la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático decidió incorporar entre los temas de los grupos de trabajo el análisis y estudio que permita entender a las Naciones Unidas la necesidad urgente de esta declaración.

Para dar inicio a esta estrategia el presidente Evo Morales, en el discurso que pronunció ante la Asamblea General de la ONU en 2008, propuso a los 192 países miembros consensuar una Declaración Universal de Derechos basada en cuatro principios fundamentales: el derecho a la vida, que significa el derecho a existir junto con todos los seres vivos que forman parte de ella; el derecho a la regeneración de su biocapacidad, que es evitar que la actividad humana perjudique el correcto funcionamiento del sistema terrestre; el derecho a una vida limpia, que significa que el planeta pueda liberarse de la contaminación generada por el hombre; y el derecho a la armonía y el equilibrio con todos y todo.

Son esas cuatro premisas en las que se basa todo el concepto jurídico que plantea a las naciones del mundo reconocer la importancia de la Tierra para la existencia del ser humano.

La Tierra como sujeto de derechos

Lysette Sandra Hernández Gámez, investigadora de la Universidad de Anglia, en Inglaterra, en un correo electrónico enviado a consideración de este Grupo de Trabajo expresa que “el sistema económico dominante considera a la Tierra como un simple servicio susceptible de explotación, un ejemplo de esto es el emergente mercado de carbono y la compensación de emisiones, donde los bosques son vistos como sumideros de CO2 (dióxido de carbono). La racionalidad que domina es la de buscar la forma de explotar eficientemente este ‘servicio’ y mientras que se obtiene un beneficio, se puede permitir la contaminación.

Pero, desde una perspectiva opuesta, la visión alternativa en donde la Tierra es sujeto de derechos, lo que es visto como ‘servicio’ en el sistema económico, es reconocido como una ‘función’. Todos aquellos procesos y ciclos biogeoquímicos son funciones de un enorme sistema dinámico y vivo, la Gaia”.

La discusión en este Grupo de Trabajo deberá concluir con un análisis y una conceptualización científica y jurídica para que Bolivia y el resto del mundo consideren la Declaración de los Derechos de la Madre Tierra a fin de evitar que los daños que se han causado al ecosistema continúen generando hambre, pobreza y la autodestrucción del ser humano, lo que no es visto con buenos ojos por los líderes de las naciones industrializadas.

Objetivo del Grupo en términos de debate y producto

Construir un proyecto de Declaración Universal de Derechos de la Madre Tierra

Discutir propuestas para impulsar los derechos de la Madre Tierra a escala nacional, regional e internacional.

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